martes, 7 de marzo de 2006

La Ciudad de las Luces Cegadoras.



Aparece devastada en un cuadro de aridez
Perpetrada, rota, aturdida, aún de pie
La miro inconforme
No reconozco su semblante.

Estoy cegado,
Evocando un horizonte que no conocí
Sólo las grietas en su piel de asfalto,
Su corona de luces tachonando el cielo.

Se perdió en el progreso
Y disfrazó su empeño en permanecer
Con destellos rotos
De otro raído vestido.

Madre de pródigos
Deslumbrados por un sol de artificio
Sola en su nido,
No muere se transforma.

Perpetrada, rota, aturdida, aún de pie
Fuerte, impoluta, virtuosa, permanente
Añorante y constante redimida
Grande y cegadora.


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