martes, 25 de abril de 2006

Licántropo


Es indistinto si se trata del día o la noche, de la incandescencia del sol o de la frivolidad de la luna; todo se remite a la saciedad de lo puramente instintivo, de la cuota de sangre, de llenar el vacío.

Esperar el momento adecuado, la mordida certera, inmovilizar a la victima y devorar sin empalago ni culpa. Herir, desgarrar, lastimar sin tortura; el indecible placer de infringir dolor de tajo.

No vale la pena lamentarse, he hecho más que lastimar y con seguridad lo seguiré haciendo, me causa fascinación y placer, agota mis sentidos, me embriaga, me llena y también me duele, me rompe y hace más que lastimarme, con seguridad lo seguirá haciendo. Un precio justo por mí pecado.

Con el cuerpo agotado, la agitación natural y el dolor pulsante, no hay más que vagar en soledad esperando poder recuperar el aliento o encontrar al paso a la siguiente victima.

Un atormentado grito que se abre paso por la garganta, derrota la noche, reclama la victoria. Es un aullido que apunta al dolor y la furia, demarcación de los hechos, territorialidad. Convulsión de la tierra, más dolor.

Soy voraz, insaciable un monstruo sin nombre ni motivos, no hay razón para mi errática existencia, como no hay nombre para lo que merezco.

La muerte no erradica el mal, morir no es un castigo si no una cura.

Mi castigo es continuar interminablemente hasta que me llegue la hora o el peso de culpa termine por derrotarme.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero transformarme en esa luna llena contigo, ser lobos monógamos que bailan bajo la luz lunar, pero mi corazón aún esta a tantas lunas de tí, si supieras cuanto te miro, como ansío reflejarme en tus ojos, como ver tus manos e imaginarme en ellas, esperarte y acercarme a tí, sentirte y cada vez que recibo un beso de tí, me acerco tanto y inhalo con tanta fuerza para llevarme un poco de tu escencia conmigo!

Anónimo dijo...

Anoche me la pase tan increíble a tu lado, sentirte, amarte, tocandote, escuchandote respirar, ver como dormias en mis brazos, ver desde tu frente, tus cejas, tus ojos que me enternecen tanto, tu nariz, tus labios donde puedo recrear los míos, sin cansarme jamás de besarte, en cada beso me devuelves el alma, me gusta verte así, cansado por una noche de amor y placer, si supieras cuanto te amo... el sol llega como siempre, apuntando sus primeros rayos al cielo y haciendo que este se vuelva ahora mas claro, es momento de irte y dejarte, te doy el último beso de la noche que ahora es día y me voy de tu lado a despertar otra vez de mis sueños...