sábado, 13 de septiembre de 2008

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PRIMERO LA VÍO DE REGRESO A CASA, no le dio mucha importancia, al cerrar las ventanas para dormir esa noche, también la vio y le pareció atractiva, de regreso al trabajo, saliendo del edificio cuando el entraba, en el descanso durante la comida en otra mesa, en la fila del banco y cuando fumaba un cigarrillo en el parque, cada vez más constante, cada vez más cerca, se sentía seducido, hasta que un día dejaron de verse, entonces supo que ya era el momento, escribió una carta a su esposa, beso a sus hijos en la mejilla antes de dormir, se puso el abrigo y salió por la puerta. Ella ya lo esperaba y le ofreció su brazo, caminaron largo tiempo juntos. A la mañana siguiente su esposa parecía sorprendida, aunque lo esperaba, lloró toda la mañana antes de que los niños despertaran el cuerpo de el aún estaba tibio.

1 comentario:

Alejandro Uranga dijo...

Vaya. Constantes referencias al amor y la muerte abruptos en tus relatos.