lunes, 9 de marzo de 2009

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UN BOTÓN, así de simple, el redondo y rojo botón que se le desprendió a la prenda de alguien y terminó en el suelo, en la acera camino a mi trabajo, pude pasar de largo, pude haberlo ignorado, pero no, no podía dejar pasar un detalle como un botón rojo olvidado en el suelo, pero ¿tenía que tomarlo? No soporto la idea de que a alguna prenda le falte un botón, y más algo tan peculiar como un botón rojo, seguro pertenece a una mujer, a la roja gabardina de una mujer, lo perdió sin notarlo, lo perdió en una discusión terrible con su novio, en un forcejeo a causa de una escena de celos, lo perdió en un asalto, lo perdió con un tirón que le dio su hijo, lo perdió y ahora lo tengo yo, tengo que guardarlo, tengo que dárselo, tengo que conocerla, tengo que conocerla.

1 comentario:

Sr No quiero dijo...

ay joven.. lamento decirselo pero ese boton es mio.. es tan rojo como mis pensamientos...lo perdi en una noche de copas (una noche loca)...