sábado, 9 de enero de 2010
37
EL DÍA TERMINÓ POR FIN, lo único que permanece es (será) la desidia, la incontenible necesidad de permanecer quieto, sin pensar, y no existe algo mejor para dejar de pensar que la televisión. Enciendo el aparto y me pierdo en la rutina de cambiar de canal cada tres segundos, hasta que algo llama mi atención; en un canal aparece una imagen demasiado familiar, se trata de un hombre viendo televisión cambiando los canales, observo con detenimiento, se trata de mi frente al aparato, pero no hay cámaras, no hay tiempo real sólo soy yo, ahora no es desidia, no quiero moverme, no quiero cambiar de canal, siento que estoy conectado extrañamente a ese aparato y a la sensación de que todo terminará si aprieto algún botón. ¿Por cuánto tiempo? ¿Mientras dura el programa? ¿Mientras siga la energía? ¿Hasta que decida moverme? ¿Hasta que el personaje se mueva? No lo se.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
nada... sólo sube al maximo el volumen del televisor y ponte a bailar!!!
Pense que era la única que le cambiaba a la televisión a esa velocidad...
Reruns... Un viaje en el tiempo, quizas???
Publicar un comentario