miércoles, 9 de febrero de 2011

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UN BUEN DÍA, Y SIN NINGUNA RAZÓN APARENTE, RENUNCIÉ A TODO, a lo que hacía, a lo que creía, a lo que pensaba, a todo, a oír, a ver, a escribir, inclusive a esto, renuncié a escribir 150 cuentos de 150 palabras cada uno y me quedé en el 40, renuncié a la comodidad, pero también al fastidio, renuncié al amor, pero también al odio, renuncié a sentir y a dejar de sentir… y cuando estuve vacío algo sucedió, empecé a hacer, a creer, a pensar, todo, a oír, a ver y escribir, inclusive volví a esto, retomé los 150 cuentos de 150 palabras cada uno, justo ahí, donde los había dejado, en el 40, volví a sentir comodidad y también fastidio, amor y también odio, empecé a sentir y a dejar de sentir…y cuando estuve lleno algo sucedió. Un buen día, y sin ninguna razón aparente, renuncié a todo.

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